Por Dra. Tatiana Terán

Actualmente existe un incremento en gran parte de la población, por el deseo de llevar una vida saludable y estar en forma, otra gente además sueña con tener un cuerpo musculoso, como consecuencia han surgido en el mercado una gran cantidad de productos e información con recomendaciones de cómo y con qué lograr esos objetivos. Buena parte de esa información puede crear confusión, como es el caso de las proteínas y aminoácidos, los cuales se ofertan y consumen con la fe de que al hacerlo se creará músculo en el cuerpo.
Hablemos de las proteínas:
- Las proteínas forman parte de nuestras células como moléculas de aminoácidos ya sean estos simples o compuestos y dirigen casi todos los procesos vitales.
- Las funciones de las proteínas son específicas de cada una de ellas y permiten a las células mantener su integridad, defenderse de agentes externos, reparar daños, controlar y regular funciones, etc.
- Como hormona, las proteínas con la insulina ayudan a regular el azúcar en sangre.
- Como neurotransmisores sirven de enlaces en las conexiones del sistema nervioso central, cerebro y medula espinal.
- En la defensa del organismo están presentes con la formación de anticuerpos, otras se encuentran como enzimas que ayudan en las reacciones químicas que se realizan en nuestro cuerpo.
- También regulan la fuerza del corazón y contracciones musculares, almacenan nutrientes como hierro y potasio, mantienen el equilibro de acidez (PH) en el cuerpo, algunas transportan nutrientes y minerales como es el oxígeno por medio de la hemoglobina y son indispensables para la formación y cicatrización de tejidos, entre ellos la piel, músculos y huesos.
¿Dónde estás las proteínas?
Los aminoácidos son la base de las proteínas, existen 20 para ejercer dichas funciones, los cuales se conocen como esenciales y no esenciales. La mayoría de ellos (12) pueden ser fabricados por el cuerpo, otros (8) no y deben obtenerse a través de su ingesta diaria en la dieta pudiendo ser de origen animal o vegetal. De origen animal se encuentran en todo tipo de carnes como la de res, cerdo, pollo, pavo, cordero, conejo, venado. También en los productos lácteos, jamones embutidos, huevos, pescados, mariscos y sus derivados.
Las proteínas de origen vegetal las encontramos en semillas de calabaza, girasol, chía, ajonjolí, frutos secos, nueces, semilla de marañón, almendras, lentejas, frijoles, garbanzos, maní, soya, guisantes, chicharos y otras legumbres. También están presentes en cereales como el trigo, avena, quinoa, amaranto, centeno, cebada, maíz, en algas marinas como la espirulina y en el aguacate, entre otras.

Las proteínas por sí solas no crean músculo. Debe existir un estímulo para que estas actúen y sin este no hay ni crecimiento, ni desarrollo de masa muscular»
Dra. Tatiana Terán, médico. Nicaragua.
Cómo se forman los tejidos y el músculo
Para desarrollar o reconstruir tejido en nuestro cuerpo debe existir un estímulo que crea la necesidad de formarlo. En la piel por ejemplo este estímulo es la descamación de células muertas, las que se reponen diariamente reconstruyendo su estructura; o, puede ser una lesión mayor como las heridas donde se desencadena todo el proceso de cicatrización para reparar el daño ocasionado.
A nivel de los músculos el estímulo para aumentar las células y grosor de sus fibras puede estar dado de diferentes maneras, por ejemplo: en las personas que han pasado largos períodos en cama hay atrofia y pérdida de masa muscular, cuando ellas inician el proceso de rehabilitación este genera un estímulo para desarrollar la masa muscular necesaria para poder volver a deambular.
En personas sanas el estímulo para mantener o aumentar el grosor, tono y fuerza de los músculos está dado por el ejercicio o el uso continuo de un grupo muscular para el trabajo en la vida cotidiana. Esto sucede al utilizar los músculos o al sobrecargarlos un poco cuando hacemos ejercicios rutinariamente y también cuando trabajamos levantando peso o utilizamos una herramienta que requiera fuerza constantemente, por ejemplo, martillos. En consecuencia, se dan pequeños desgarros conocidos como micro traumas y que se pueden manifestarse o no con el dolor muscular posterior al ejercicio, según la intensidad del mismo. Luego cuando los músculos están en reposo, estos también inician una fase de recuperación en la cual actúan las células reparando y reconstruyendo las micro lesiones existentes con nuevas y mejores fibras musculares.
Si alguien desea o requiere aumentar más de lo normal (hipertrofia) su volúmen y masa muscular deberá realizar más ejercicios, de mayor esfuerzo, y con una sobrecarga por encima de su nivel normal de rendimiento, de forma progresiva e idealmente bajo un seguimiento y supervisión profesional adecuada, para prevenir se produzcan lesiones musculoesqueléticas.

Por lo tanto, está claro que las proteínas por sí solas no crean músculo. Debe existir un estímulo para que estas actúen y sin este no hay ni crecimiento, ni desarrollo de masa muscular. La cantidad de músculo a desarrollar también depende de la disposición que el cuerpo haga de ellas y la genética de cada uno, por lo mismo algunas personas según su contextura, herencia familiar, rutina y hábitos de vida les será un poco más fácil desarrollar músculos que a otras.
En caso de ser necesario consumir un poco más de proteína, la de mejor calidad es la que encuentras siempre en alimentos, como los antes mencionados en su forma natural o haciendo un poli cereal que puede ser de una combinación de semillas con cereales ricos en proteínas y nutrientes molidos, para mezclar con liquido y obtener una ingesta mas fácil y rápida.
Las que se encuentran en los suplementos alimenticios se consiguen de otra manera: para lograr obtenerlas de su fuente, que son los alimentos, son sometidas a un proceso químico que altera sus componentes para transformar la manera en que estas se ingieren, ya que los suplementos.como su nombre lo indica, suplen o sustituyen determinados elementos cuando estos por algún motivo no se puedan obtener y consumir a través de la ingesta diaria con los alimentos
Cualquier tipo de proteína, al igual que todo macronutriente, aporta calorías a la dieta y debe existir un equilibrio con los demás alimentos para no aumentar de peso corporal. También existen algunas proteínas en los alimentos que tienen un menor porcentaje de absorción en el intestino, que al ingerirse en cantidades abundante pueden ocasionar molestias leves como diarrea. Esto se corrige al combinarles con otras que ayudan a completarles y absorberles. Eso solo es posible cuando las obtienes a través de los alimentos en su forma natural.
Cuando existe un abuso en el consumo de proteínas de origen sintético este aporta calorías extras a la dieta, lo que puede generar un aumento en el peso y también altera el equilibrio de acidez en los órganos pudiendo ocasionar lesiones a hígado y riñones al forzar su metabolismo en el cuerpo, lo que puede ocasionar secuelas graves e irreversibles.
Se debe ser muy cauteloso con el consumo de todo producto o suplemento que se ofrezca en el mercado como una alternativa de solución rápida a nuestras expectativas y necesidades. Sin saberlo podemos estar ocasionando un daño muy serio a nuestro organismo.
Tampoco ningún producto fabricado mediante procesos y reacciones químicas será de mejor calidad que la fuente que lo proporciona naturalmente.
La mejor opcón para mantener nuestro cuerpo saludable y en forma sigue siendo el mantener hábitos de vida saludables, hacer ejercicios regularmente, mantener una dieta balanceada adecuada a nuestra condición física y necesidades. Consulta y pregunta a tu médico antes de iniciar o aumentar el consumo de algún nuevo producto, pues no siempre todo lo que brilla es oro.
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