Por Dra. Tatiana Terán

El nombre científico del “codo de niñera” es la subluxación de la cabeza del radio en la articulación del codo del niño. En el codo se encuentran tres huesos: el del brazo (húmero) y los dos huesos del antebrazo (cúbito y radio). Cuando por un movimiento de tracción ( tirón ), la cabeza del radio se sale de su lugar en la articulación del codo, este no es capaz de realizar su movimiento normal y el niño queda con el brazo inmóvil a lo largo del cuerpo, o bien con el antebrazo en flexión de 90º (se lo coge con el otro brazo para evitar el dolor) y pronación (con la palma de la mano hacia dentro).
Es una lesión muy frecuente en preescolares (niños de 2-3 años hasta los 5-6 años), que son los que normalmente van de la mano de un adulto durante un paseo. En mayores de 7 años es menos común pero puede ocurrir aisladamente. Se puede producir de varias formas: cuando el niño no quiere caminar y se le tira del brazo sin intención de hacerle daño para ayudarle, o bien al tropezar se le da un tirón para evitar que caiga, al cogerlo de ambos brazos para elevarlo por el aire jugando como si se tratara de un columpio por ejemplos. De ahí que a esta pronación dolorosa del codo se la conozca popularmente como ‘codo de niñera’. Aunque también puede ser el propio pequeño el que se lo provoque tras algún movimiento en falso o caída .
Cuando la lesión se produce, puede incluso existir un crujido en el momento en que el radio sale de su lugar. Lo que ocasiona dolor e impide movilización del codo. Es muy frecuente que el dolor disminuya, pero el niño mantendrá el brazo inmóvil, ya que la movilización del mismo le es dolorosa.

Debido al mecanismo por el que se produce, el codo izquierdo suele afectarse en más ocasiones que el derecho. También se ha observado que es más frecuente en niños que en niñas. Su diagnóstico y tratamiento son sencillos; con una adecuada maniobra de reducción, el codo vuelve al sitio sin problemas.
Sin embargo, como esta lesión ocurre en niños pequeños que no son aún capaces de identificar bien la zona dolorosa, ni explicar exactamente qué les ha ocurrido, en ocasiones puede haber dudas sobre si la lesión se ha producido en el codo o en la muñeca. Sobre todo por que es una lesión que no deja visible ninguna deformidad ni hinchazón en la zona del codo. Lo más habitual es que se realice la maniobra de reducción (o despronación) y si ésta no es efectiva y el niño sigue sin mover el brazo, se puede realizar una radiografía para descartar otra lesión más importante.
Posterior a la reducción el dolor desaparece y se puede colocar una inmovilización blanda por unos pocos días para una adecuada reparación de los tejidos afectados y evitar vuelva a ocurrir accidentalmente a la mínima manipulación del miembro afectado. La mejor recomendación es la prevención, evitando como adultos realizar maniobras que provoquen dicha lesión en los pequeños.
